viernes, 5 de octubre de 2012

Análisis: Culto al avispado

Inicialmente en el texto resaltan el cuento de Jesús del Corral, llamado “Que pase el aserrador”  donde ponen dentro de un contexto común a un tradicional avispado; resaltando sus más destacadas características; dentro de ellas está ser ventajoso,  aprovechado, astuto, confiado en sí mismo, tiene más respuestas que preguntas, lo que hace que no necesite mucho de las demás personas ni mucho menos información de lo que acontece a su alrededor porque supone que “se las sabe todas”, siempre busca un beneficio propio y no común en cada negocio, logrando así que solo una parte quede satisfecha y la otra simplemente quede “tumbada”.
Lo anterior es lo que caracteriza actualmente a la cultura antioqueña en el país, porque cuando hay posibilidad de negocio el avispado no ve más allá si no de un interés monetario, un simple negocio; en contraste lo que se debería de apreciar es una posibilidad de empresa, trabajo y preparación previa para lograr posicionamiento.
Muchas personas piensan que ser así es simplemente la única y la mejor salida, aprovechándose muchas veces de la “inocencia” de las otras personas que más que respuestas tienen preguntas acerca de lo que pasa, los avances, la tecnología, el arte, la literatura; estas personas que siempre están al tanto de todo lo último y lo novedoso pero que para ellos no es suficiente porque siempre quieren saber más, siempre quieren saber un porqué, un cómo, un dónde; versión que contrasta mucho con el ideal de un avispado, porque como lo mencionaba inicialmente el avispado cree que se las sabe todas, dejando en el pensamiento de la persona un gran vacío, porque no tiene la necesidad de informarse, de leer, de estudiar.
La cultura del avispado en el contexto actual social no toma ningún sentido, y lastimosamente a la sociedad colombiana lo que más les llama la atención es obtener un bien propio, y debido a la cultura infundada hace varios años ya creen que el único medio es tumbando al otro, adoptando una actitud errónea.
Las implicaciones de adoptar estas actitudes denotan unas notables consecuencias. Una cifra que me llamó mucho la atención fue el porcentaje de científicos que aporta tanto Latinoamérica como Colombia al mundo, son cifras desalentadoras porque somos el 1% del 1% a nivel mundial; lo que arroja que estamos dejando de lado es estudio por creer que con tomar ventaja frente a los demás es suficiente, es más, actualmente quien se dedica a estudiar, tener un buen rendimiento y a interrogarse, es quien va a estar dentro del concepto de “nerd”, sabelotodo, un completo perdedor.
Así pues que es tiempo de recapacitar, y aunque el pensamiento común es que siendo avispados representamos una gran parte de la población, la más regionalista de todas diría yo; es tiempo de cambiar ese concepto tan pobre y mediocre de lo que es salir adelante y aportar un grano de arena a la sociedad que tanto necesita de educación y progreso.

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